Nací en la Bogotá de finales de los años 70’s. Me caractericé desde pequeño por ser bastante inquieto, curioso y asertivo.
Desarrollé un grato afecto por el estudio. Me incentivaron el buen hábito de la concentración en clase y lograba que lo aprendido se quedara grabado en mi mente. Hacer tareas en casa era más que una obligación, un pasatiempo.
Termino la secundaria sin ningún inconveniente y debo prestar el servicio militar obligatorio en el ejercito. Me destaco por la obediencia, disciplina y respeto a la autoridad, aunque el trato fuerte que se maneja en la milicia, marca también mi autoestima.
Con muchos esfuerzos logro entrar a estudiar Ingeniería industrial en la Pontifica Universidad Javeriana, propiedad de la Compañía de Jesús (Los Jesuitas). Esto fue un verdadero reto para mí. En ese momento las constantes salidas y fiestas me mantenían desenfocado. El estudio que antes tanto me animaba ya no me era fácilmente comprensible. Mi rendimiento académico se desplomó al punto de tener un pie por fuera de la universidad.